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Doble filo de los antibióticos


Los antibióticos constituyen un poderoso medicamento, pero su excesivo uso y el mal empleo que se hace de ellos han puesto en peligro su efi cacia y su futuro.


Hospital San Juan de Dios, mayo 2009. Ocurre el peor brote de la bacteria Clostridium difficile, denominada por los científicos como NAP1 (North American Pulsed Field Type), que causó 17 muertes relacionadas, decenas de pacientes infectados y el establecimiento de medidas preventivas de emergencia para evitar la extensión del contagio.

La NAP1 es considerada una “superbacteria” en países como Inglaterra, porque provoca severas diarreas y tres veces más muertes que las variedades comunes de Clostridium diffi cile. Es la primera vez que un país de América Latina reportó la presencia de la cepa NAP1 en pacientes del sistema de salud.

Nueva Delhi, mayo 2011. Los cables de noticias anuncian que una “superbacteria” mortífera fue descubierta en una cuarta parte de las muestras recogidas en depósitos de agua potable y charcos en las calles de Nueva Delhi. Los expertos consideraron que esta es la prueba más reciente de que la nueva bacteria resistente a medicamentos, conocida como NDM-1, circula por el ambiente y podría propagarse al resto del mundo. Esta “superbacteria” sólo puede tratarse con un par de antibióticos altamente tóxicos y costosos.

Ambos casos, solo con dos años de diferencia, demuestran la aparición de bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos. “Existe el riesgo de que muy pronto muchas enfermedades infecciosas se vuelvan intratables.  Cuando los microorganismos se hacen resistentes, son inmunes a los efectos de los antimicrobianos –entre los que están los antibióticos–, los antivíricos o los antipalúdicos o antiparasitarios, de modo que los tratamientos habituales se vuelven inefi caces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas”, explica el médico Romeo Humberto Montoya de misión de la OPS en Costa Rica. “Por lo tanto, estar sin estas armas contra microorganismos patógenos nos hará más propensos a enfermar y a morir”.

La resistencia es una consecuencia del uso de los antimicrobianos y en particular de su abuso, y surge por mutación del microorganismo o adquisición de genes de resistencia. En ausencia de antimicrobianos efi caces para el tratamiento y la prevención, se pondría en peligro el éxito de tratamientos como el trasplante de órganos, la quimioterapia antineoplásica o las grandes intervenciones quirúrgicas.

¿Por qué las bacterias se hacen más fuertes?

El Dr. Montoya cita algunos de los factores que hacen que las bacterias, virus y parásitos se hagan cada vez más fuertes y que no los afecten los medicamentos:

1. Los pacientes no toman el tratamiento completo con el antimicrobiano recetado.
2. El medicamento es de mala calidad.
3. El médico da un medicamento en una dosis inadecuada o que no es la correcta para esa enfermedad.
4. El paciente se automedica y no hace buen uso del medicamento.
5. No existen leyes que regulen la venta de medicamentos.
6. Falta de medios de diagnóstico que orienten al médico a determinar con exactitud el tipo de bacteria o virus que afecta al paciente para su tratamiento adecuado.

Los peligros de la automedicación

De todos los errores en los que se puede incurrir, uno de los más frecuentes –además de no terminar el tratamiento– es la automedicación. “Una medicación en donde no media la guía de un profesional en salud puede poner en peligro a la persona”, comenta la Dra. María Lorena Quirós Luque, Directora Ejecutiva del Colegio de Farmacéuticos. Según ella misma, la automedicación es aún más peligrosa:
  • Porque no todas las infecciones se pueden tratar con antibióticos, por lo que el tratamiento no surtiría efecto.
  • Porque un antibiótico que sirve para una persona o una infección en particular no necesariamente sirve para otra.
  • Si no se administra por el tiempo y en la dosis adecuada, las bacterias se pueden volver resistentes, y afectar a toda la comunidad. 
Otro aspecto fundamental en la prevención de la extensión de una infección bacteriana es que los antibióticos deben desecharse adecuadamente. “Es algo delicado, ya que estos constituyen una posible fuente de contaminación al ambiente y un peligro de que una persona o animal lo encuentre y lo ingiera. No es recomendable desecharlos en la basura y mucho menos en los inodoros”, agrega la Dra. Luque. Lo recomendable es que se lleve a la farmacia privada o al centro de salud más cercano y entregarla al profesional en farmacia.

Empiece en casa 

Para evitar que las bacterias se hagan más resistentes a los antibióticos:
  • No se automedique ni medique a otras personas aunque los síntomas sean iguales. No todas las infecciones requieren ser tratadas con antibióticos. Primero solicite información a su médico o farmacéutico.
  • Use los antibióticos solamente cuando y como le fueron recetados. Siga la indicación de dosis y tiempo del tratamiento.
  • Tome el tratamiento completo. No lo suspenda aunque se sienta mejor. 
  • No guarde residuos de antibióticos para utilizarlos en otras ocasiones.
  • No recurra a la compra de medicamentos por Internet. Es un riesgo que le vendan medicamentos adulterados y de dudosa calidad.
  • En caso de duda sobre el uso o efectos no deseados de su tratamiento, consulte de inmediato al médico o farmacéutico.
Bacterias comestibles

Según datos aportados por el Dr. Montoya, se calcula que en Norteamérica y Europa un 50% de la producción de antimicrobianos se destina a los animales productores de alimentos para consumo humano. “Esas prácticas han benefi ciado a muchos mejorando la calidad de los alimentos, pero también han contribuido a la aparición de microorganismos resistentes”, explica él mismo.

En Costa Rica, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) realiza un control con todas las carnes, importadas o de producción nacional, para garantizar que estas lleguen libres de residuos de antibióticos a los consumidores. Estos medicamentos se utilizan en la industria alimentaria con fi nes terapéuticos y para promover el crecimiento del animal, y su fórmula es muy similar a la que se usa en humanos.

En EE.UU. ya se retiraron algunos antibióticos que fomentaban una mayor y más rápida ganancia de peso en pollos, principalmente para proteger el uso de ciprofl oxacina en infecciones respiratorias y urinarias en humanos, entre otras indicaciones.
“La presencia de residuos de antibióticos genera diversas reacciones adversas en las personas, como alergias o si se da un uso prolongado, crea metabolitos que puedan llegar a ser cancerígenos”, explica el Dr. Benigno Alpízar, Director de la Dirección de Medicamentos del SENASA.

El uso de antibióticos con el fi n de promover el crecimiento en los animales es el que se señala como el causante de dar problemas de resistencia y son los que se utilizan en la mayoría de las granjas. “Como lo retiran mucho tiempo antes de sacrifi car los animales, no se detecta la presencia de residuos, pero sí pueden contaminar con bacterias resistentes o sus residuos a las bacterias en los humanos”, añade el médico veterinario. Pero estos residuos no se detectan y los antibióticos con este fi n no pueden retirarse del todo de las granjas costarricenses por una cuestión de productividad.

Autor: Por: Patricia Ugalde S. / pugalde@tintadigital.co.cr
 Fuente: Red Salud

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