Salud
emocional: El poder de vivir sano y feliz
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Existe un “círculo virtuoso” entre la salud emocional y
la física.
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Especialista en nutrición destaca que una alimentación
balanceada y una adecuada hidratación son fundamentales para mantener una mente
sana.
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Según estudio, el 74% de los latinoamericanos son
felices.
Alcanzar una salud emocional óptima es una
de las claves para ser felices. La felicidad se relaciona con una buena calidad
de vida y un estado de salud integral que incluye la dimensión física, mental,
emocional y espiritual.
Según una encuesta de Ipsos Global sobre la felicidad realizada en
noviembre de 2011, un 74% de personas en América
Latina son felices. La encuesta estudió a 18 687 adultos de 24 países y fue
llevada a cabo en noviembre 2011.
Además destacan que América Latina registró un mayor número de
personas muy felices, con un tercio de encuestados diciendo que lo eran (32%),
seguida de América del Norte (27%), la región Asia-Pacífico (24%), Medio
Oriente y África (24%). Sólo 15% de los europeos dijo sentirse muy feliz.
De acuerdo con John Wright, vicepresidente de Ipsos Global, “las razones de por qué las personas
son felices deben ser cuidadosamente
consideradas. No se trata sólo
del bienestar económico. Se trata de toda una serie de otros factores que les hacen ser lo que son hoy."
La felicidad y su relación
con la salud emocional
Beneficios de la salud emocional
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· Fomenta
los pensamientos positivos y la paz interior.
· Estimula
el cuidado físico y la salud integral.
· Facilita
el manejo del stress.
· Ayuda
a construir y a mantener relaciones sólidas y duraderas.
· Contribuye
a estar mejor preparados para manejar la adversidad.
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Fuente:
Dr. Germán Retana
Sociólogo y profesor del INCAE
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En otro estudio
realizado en el 2007 por IPSOS y BMC Innovation Company para Latinoamérica, se
determinó que existe una conexión altísima entre la felicidad y la actitud de
ocuparse de la salud emocional. El estudio reveló que 8 de cada 10 personas que
se sienten muy felices se ocupan en mayor o menor medida de su salud emocional,
mientras que 7 de cada 10 de quienes no se sienten felices se ocupan poco de su
salud emocional.
Según el doctor Germán Retana, sociólogo, consultor de negocios y profesor
del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), “Tener
salud emocional implica un estado de paz interior que permite gestionar
adecuadamente diversos ámbitos de la vida y que se vincula a la energía que un
individuo posee para alcanzar los propósitos en los que cree. Se trata de un bienestar psicológico integral”.
Agrega que las personas que logran un buen estado
de salud emocional tienen una mejor gestión de sus emociones y de su
comportamiento. Están mejor preparadas para manejar la adversidad, construir
relaciones sólidas, y llevar vidas productivas y plenas.
Según Retana, la salud emocional se puede ejercitar siguiendo algunas
recomendaciones:
¿Cómo ejercitar su salud emocional?
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1.
Inicie el día con una profunda reflexión sobre su valor
como persona, miembro de una familia o responsable de una empresa. Valore sus
cualidades y visualice las tres cosas más importantes que debe hacer ese día
porque agregan valor a clientes, familia o comunidad. Cuando se levante de la
cama, lo mejor es "programarse" para un buen día.
2.
Existen ocho áreas clave sobre las que se puede
trabajar: salud física, familia, desempeño profesional, disfrute, estabilidad
económica, estado emocional, religión y espiritualidad. Dedique cada día a
mejorar en una de estas áreas.
3.
Defina sus reglas no negociables: "Nadie me robará
mi serenidad hoy", "jamás tomaré algo demasiado en serio",
"pase lo que pase, todo pasará".
4.
Serenidad ante la adversidad, la cual es parte del
camino.
5.
Practique momentos de silencio varias veces al día y
reflexione: ¿Qué estoy haciendo bien y qué no?, ¿qué lecciones aprendo de
mi mismo?
6.
Procese situaciones pasadas para reducir su angustia y
planee en lo posible para reducir ansiedades. Así podrá dedicarse 100% al
presente.
7.
Eleve la calidad de sus relaciones esenciales, recuerde
que calidad de vida depende en gran medida de la calidad de las relaciones.
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Fuente:
Dr. Germán
Retana
Sociólogo
y profesor del INCAE
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El círculo virtuoso:
conexión mente-cuerpo
De acuerdo
con Retana, existe una
influencia mutua muy fuerte entre lo emocional y lo físico, “El estado
emocional hará que las personas cuiden o descuiden su estado físico. Una
persona emocionalmente sana está consciente de que debe cuidarse físicamente.
Estar bien físicamente le servirá para mantenerse mental y emocionalmente
saludable. Es un círculo virtuoso”.
Agrega que la actividad física y la alimentación son fuentes de
regeneración física, mental y emocional. “No somos los mismos en la mañana que
en la noche luego de un arduo día de trabajo. Una persona que mantiene un buen
estado físico posee mayor capacidad de respuesta al cansancio mental que
generan las jornadas laborales”, explica el Dr. Retana.
De acuerdo
con la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, “las decisiones que toman las personas
diariamente con respecto a su alimentación y actividad física afectan su salud
y cómo se sienten hoy y en el futuro. Alimentarse bien y mantenerse físicamente
activo son esenciales para un estilo de vida saludable”.
Un nivel adecuado de
actividad física regular en los adultos:
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· Reduce el riesgo de hipertensión,
cardiopatía coronaria, accidente cerebro-vascular, diabetes, cáncer de mama y
de colon, depresión y caídas.
· Mejora la salud ósea y
funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto
fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
· Implica hacer ejercicio 30
minutos diarios, al menos 5 veces a la semana.
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Fuente:
Organización Mundial de la Salud
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Beneficios emocionales de la
actividad física
Según Retana, hacer actividad física no sólo fortalece el corazón y ayuda a
prevenir enfermedades crónicas, sino que también libera endorfinas, sustancias
químicas que nos dan energía y levantan nuestro estado de ánimo.
Retana señala que hacer actividad física crea optimismo, canaliza la
tensión muscular, eleva el espíritu competitivo y la conciencia de salud.
Además menciona, “aunque la actividad física no garantiza la ausencia de
problemas emocionales, sí permite una predisposición constructiva ante la
adversidad, una mayor fe en el mejoramiento de las situaciones y una intención
de sanar”.
Según el experto, “debemos seguir las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud: mantener un estilo de vida activo y saludable, practicando
actividad física 30 minutos diarios, al menos 5 veces a la semana”.
La alimentación balanceada, como
aliada de la buena salud
De acuerdo con Retana, una adecuada alimentación es sinónimo de disciplina
personal y de una conciencia sobre la responsabilidad de cuidar la salud física
e integral. Las personas que gestionan proactivamente su alimentación
evidencian estar en control de sí mismas, factor esencial de la salud
emocional.
Consejos para una alimentación balanceada:
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Realice por lo menos 3
comidas y entre 2 y 3 meriendas al día.
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Controle el tamaño de las
porciones. Elija alimentos variados en su plato para equilibrarlo.
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Complete con vegetales la
mitad del plato, con carne de res/cerdo baja en grasa, ave o pescado una
cuarta parte y con granos el resto.
·
No use platos grandes, sino
uno más pequeño. Le ayudará con las porciones.
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Recuerde que no hay
alimentos buenos ni malos, solo dietas mal balanceadas.
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Hidrátese con agua, refrescos naturales, café,
gaseosas, entre otros. Todas las bebidas hidratan.
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Fuente:
María Laura Matamoros
Nutricionista
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Según la nutricionista costarricense María Laura
Matamoros, uno de los factores que se debe de tomar en cuenta para tener un
buen funcionamiento de la mente es la hidratación: “varios estudios han
demostrado que cuando la hidratación no es la adecuada se disminuye la capacidad
de concentración y en los casos más extremos la capacidad de razonamiento se ve
disminuida”. La especialista indica que todas las bebidas hidratan, “una persona se puede hidratar con agua, jugos, café, gaseosas, entre
otros”.
Igualmente añade que las meriendas, las cuales
forman parte de una alimentación balanceada, juegan un papel clave en el
pensamiento y razonamiento, ya que al tener pequeñas dosis de comidas en
intervalos medianos (3-4horas) se puede tener un mejor manejo de la glicemia
(la medida de concentración de glucosa libre en sangre).
Además explica que cuando se experimentan bajas en el
azúcar sanguíneo es normal que la capacidad de concentración baje, los niveles
de ansiedad suban y que el pensamiento se vea afectado por la necesidad de
comer. Si se realizan comidas muy abundantes es normal experimentar el efecto
llamado “marea alcalina” en el cual el cuerpo pide descanso para poder llevar a
cabo el proceso de digestión.
Alimente su mente
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· Salmón y sardinas: son fuente naturales de Omega 3 y Omega 6, dos ácidos grasos altamente relacionados a la inteligencia y funcionamiento del cerebro.
· Zinc: además de combatir radicales libres, el zinc ayuda a prevenir el envejecimiento temprano y enfermedades degenerativas.
· Semillas: son una excelente fuente de ácidos grasos, magnesio y zinc. Estos tres elementos son claves para la salud cerebral.
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Fuente: grupoproa.com.ve
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