COMBINACIÓN APROPIADA DE BIOFACTORES GARANTIZA NIÑOS FUERTES Y SANOS

No todos los alimentos cuentan con las proporciones de nutrientes idóneas para el buen desarrollo físico e intelectual de los niños. La lactancia materna y el consumo de fórmulas lácteas infantiles que emulan la composición de la leche de la madre, siguen siendo las mejores opciones de alimentación para menores de dos años

La correcta nutrición de los niños, especialmente durante los dos primeros años de vida, es determinante para su óptimo desarrollo físico e intelectual. Al suministrarle al infante una combinación adecuada de macro y micronutrientes, se le proporcionan los elementos necesarios para el crecimiento y buen funcionamiento de todos sus órganos y sistemas corporales. Así lo explicó la doctora Livia Machado, pediatra especialista en nutrición y miembro de la Comisión Científica de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.

Explicó que la correcta combinación de biofactores, nutrientes que interactúan con los sistemas del cuerpo humano, fortalece el sistema inmunológico de los infantes, al tiempo que favorece el desarrollo neuronal y mejora su capacidad cognitiva y visual. Asimismo, destacó que los componentes de la leche materna la convierten en el alimento ideal para los pequeños durante el primer año de vida.

“Si la madre tiene una buena alimentación y emplea una correcta técnica para amamantar, su leche será suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales del bebé”, enfatizó la doctora Machado. También recomendó que las mujeres que por diferentes razones no puedan darles pecho a sus hijos, creen sus propios bancos de leche materna o recurran al uso de fórmulas lácteas infantiles.

Los avances científicos aplicados a la producción de fórmulas lácteas infantiles han permitido que éstas emulen la leche materna. A diferencia de la leche completa de vaca y de otros mamíferos, estas fórmulas contienen las proporciones adecuadas de biofactores para garantizar el óptimo desarrollo de los niños, sin alteraciones que puedan ocasionarles un sobrepeso perjudicial o desnutrición.

Micronutrientes como el hierro, zinc, yodo, colina y taurina –presentes tanto en la leche materna como en las fórmulas lácteas infantiles- cumplen un importante rol en el complejo desarrollo cerebral y la capacidad cognoscitiva de los pequeños. “Un niño bien alimentado estará más atento, tendrá una mejor retentiva y su aprendizaje será superior al de aquellos que presenten déficit nutricional”, agregó la pediatra.

Para finalizar, la Dra. Machado hizo hincapié en la necesidad de reforzar la cultura de la lactancia materna y la correcta alimentación infantil, porque descuidar este aspecto pudiera generar un déficit nutricional que, no sólo dificulta el desarrollo físico e intelectual del niño, sino que, a largo plazo puede convertirlo en un adulto enfermizo.