El virus de la influenza es altamente contagioso, afecta por igual a hombres y mujeres, y en ocasiones puede causar la muerte. Dado que en Venezuela las estaciones climáticas no son tan marcadas, la enfermedad puede presentarse en cualquier época del año, aunque la incidencia se incrementa en noviembre, diciembre y enero, cuando las temperaturas suelen descender un poco. Si bien el sistema inmunológico suele resolver el problema, los ancianos y niños pequeños corren más riesgo de presentar complicaciones.
El pediatra e infectólogo Leopoldo Córdova comentó que esta enfermedad puede evolucionar de forma clásica o complicada. En este último caso, la severidad depende de las condiciones inmunológicas del huésped, pudiendo ser fulminante. Los síntomas más comunes son: malestar general, fiebre, tos, decaimiento, secreción, nasal dolores musculares cefalea y dolor en la parte de atrás del ojo. Aunque frecuentemente se confunde esta sintomatología con un resfriado común, en ocasiones las molestias son tan intensas que pueden incapacitar temporalmente a quien las sufre.
La influenza estacional se contagia por vía respiratoria, estornudos, secreciones, contacto con la saliva de la persona afectada o con elementos contaminados como sábanas, cobijas, ropa y pañuelos. Su aparición tiene que ver con los cambios climáticos. El período de incubación del virus es de uno a cuatro días. En los adultos se puede diseminar un día antes que aparezcan los síntomas; mientras que los niños pueden contagiarse hasta 6 días después que el paciente presenta sintomatología.
Anualmente el virus de la influenza cambia su estructura genética, por lo que se recomienda aplicar la vacuna todos los años. En el país es recomendable vacunarse entre septiembre y octubre antes del período frío, dos dosis pediátricas en los niños menores de 30 meses y una sola dosis en los adultos. Esta vacuna tiene una duración de 12 meses.
Fuente: Comstat Rowland
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