INFORME. Ministerio de Salud y la OMS
aplican estrategia para controlar avance de la enfermedad
Tampoco lo cargó en brazos durante los primeros meses. Temía transmitirle el bacilo en uno de sus frecuentes abscesos de tos. Ahora, treinta años después, relata esos difíciles momentos con voz entrecortada. “Mi nieto casi muere durante el parto. ¿Qué derecho tenía yo para exponerlo a una nueva posibilidad de fallecimiento?” musita pausadamente, como si le pesarán las palabras.
La tuberculosis es una enfermedad curable. De eso puede dar testimonio Flavio. Pero es mortal si el paciente no recibe tratamiento oportuno. Un boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un mensaje esperanzador el 2007: la epidemia se había estabilizado por primera vez desde que en 1993 fue declarada como emergencia sanitaria. Sin embargo, los avances científicos parecen insuficientes para derrotar esta peste mundial que anualmente mata a dos millones de personas.
Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa) y la OMS, en el Perú cada hora se enferman de TBC cuatro personas y en Arequipa cada día se presentan dos nuevas infecciones. El 10% de estos casos contrae la tuberculosis multidrogo resistente, producida por cepas inmunes a los medicamentos que tradicionalmente se usan para curar esta enfermedad.
“Como verás, éste es un grave problema de salud pública. Lo que más nos preocupa es que la tuberculosis multidrogo resistente ha adoptado un curso de comportamiento epidémico, sobre todo en Lima, donde se concentra el 83% de todos los casos de TBC reportados en el país”, sostiene el epidemiólogo Percy Miranda Paz, coordinador regional de la Estrategia de TBC, VIH-Sida y Laboratorio de Referencia Regional de Arequipa.
Un enemigo indestructible
Cuando la bacteria se vuelve resistente a más de un medicamento se conoce como tuberculosis multidrogo resistente (TB-MDR). El paciente debe ser tratado con fármacos especiales que pueden causarle efectos secundarios. El procedimiento es mucho más largo y costoso.
Hay un dato mucho más escalofriante. Percy Miranda señala que en los últimos años se han reportado casos de tuberculosis extremadamente resistente (TB-XDR). “Estos son prácticamente incurables”, señala.
Un estudio realizado hace dos años en el Perú confirma la gravedad del asunto. Los médicos Hernán del Castillo, Alberto Mendoza, Juan Carlos Saravia y José G. Somocurcio, reportaron la aparición de TB-XDR en niños. En Lima, una mujer de Huaycán falleció dos meses después de ser diagnosticada, dejando huérfanos a tres hijos, dos de ellos con la bacteria indestructible. El menor tenía apenas once meses de nacido.
Existen dos formas de contraer la tuberculosis multidrogo resistente. La primera es que puede desarrollarse durante el tratamiento de la TBC sensible. “Es común que el paciente interrumpa el suministro de antibióticos cuando empieza a sentirse mejor. Es ahí donde la bacteria se hace resistente. La segunda forma es que sea contagiado de la cepa inmune”, dice Miranda, mientras muestra cifras para el insomnio.
Durante el 2010 se detectaron 675 nuevos casos de tuberculosis en Arequipa, mientras que entre enero y marzo se comprobaron 124 positivos al aplicarse 11 mil 500 baciloscopías (prueba para detectar la enfermedad). De todos los pacientes que reciben tratamiento en la región, 22 son multidrogos resistentes y 3 extremadamente resistentes.
La disciplina de Flavio evitó que la bacteria en su organismo se haga fuerte, invulnerable. Con los años, ya rehabilitado, pudo besar a su primer nieto y a todos los que llegaron después. Compartieron largas cabalgatas, le enseñó el guiar la yunta de toros sobre los andenes y hasta le regaló una yegua.
Luchando contra el estigma
Esta mañana un paciente MDR faltó a la entrevista pactada. “Eso es normal. El estigma de padecer esta enfermedad es grande y causa muchos problemas económicos a las familias”, justifica Percy Miranda. Considerando estas razones, el abordaje de la estrategia sanitaria nacional contra la TBC ha considerado equipos multidisciplinarios. El tratamiento es gratuito.
Hace poco, Miranda le diagnosticó la enfermedad a uno de sus colegas médicos. “No digas por favor que tengo tuberculosis. Aunque sea di que tengo cáncer”, le suplicó. Lo cierto es que no existen razones para aislar al paciente de TBC de su entorno familiar o de trabajo.
El problema es la vergüenza. A Flavio le hallaron hace meses unos tumores. “Es de un golpe antiguo”, respondieron sus hijas cuando el médico preguntó por el achatamiento en su pulmón derecho. Por acuerdo familiar está prohibido decirle a Flavio que tiene cáncer. “Si me ha llegado la hora, déjenme morir en paz, no quiero más operaciones”, ha decretado el viejo. Cuando eso suceda, su nieto quedará irremediablemente desolado. No quiero imaginarlo. Porque su nieto soy yo.
DESPIECE
Supervisan para garantizar éxito
1. Para asegurarse que el tratamiento de la TBC en los establecimientos de salud del país sea exitoso, éste es supervisado. Es decir que los médicos tienen que comprobar todos los días que los pacientes toman las pastillas (estrategia DOTS). Además les hacen un seguimiento estricto a los pacientes. El último viernes, por ejemplo, Percy Miranda recibió una llamada del Centro de Salud de Huaral (Lima). Le informaron que no podían ubicar a un paciente y que había viajado a Arequipa. Aquí lo ubicaron en Nueva Alborada, distrito de Paucarpata.
2. Los casos de tuberculosis sensibles son estudiados por un Comité de Evaluación de Retratamiento Intermedio (CERI), mientras que los casos de multidrogos resistentes son verificados por un Comité de Evaluación de Retratamientos Nacional (CERN), conformado por varios neumólogos.
DATOS
ANTECEDENTES
ENFERMEDAD ANTIGUA. La tuberculosis es una enfermedad vieja. Investigadores encontraron evidencias de este mal en restos óseos de la Edad de Piedra y en caries de un cementerio neolítico.
NO HACE DISTINGO. El santo Francisco de Asís murió de TBC en el siglo XIII, y el libertador Simón Bolívar sucumbió ante esta peste en el siglo XIX. La misma suerte corrió el célebre músico Chopin en 1847.
SUMILLAS
TBC resistente ya es epidemia
Flavio creyó que sus besos eran una sentencia de muerte. Por eso
contenía las irrefrenables ganas de besar a su nieto recién nacido. Llegaba al
galope, montado en su brioso caballo alazán, se aproximaba con prudencia y lo
miraba por periodos prolongados. Contra todas las convenciones, su mayor
demostración de amor no consistía en prodigarle edulcorados ósculos sino en
adoptar la postura del abuelo distante. Flavio estaba infectado de tuberculosis
(TBC).
Tampoco lo cargó en brazos durante los primeros meses. Temía transmitirle el bacilo en uno de sus frecuentes abscesos de tos. Ahora, treinta años después, relata esos difíciles momentos con voz entrecortada. “Mi nieto casi muere durante el parto. ¿Qué derecho tenía yo para exponerlo a una nueva posibilidad de fallecimiento?” musita pausadamente, como si le pesarán las palabras.
La tuberculosis es una enfermedad curable. De eso puede dar testimonio Flavio. Pero es mortal si el paciente no recibe tratamiento oportuno. Un boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un mensaje esperanzador el 2007: la epidemia se había estabilizado por primera vez desde que en 1993 fue declarada como emergencia sanitaria. Sin embargo, los avances científicos parecen insuficientes para derrotar esta peste mundial que anualmente mata a dos millones de personas.
Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa) y la OMS, en el Perú cada hora se enferman de TBC cuatro personas y en Arequipa cada día se presentan dos nuevas infecciones. El 10% de estos casos contrae la tuberculosis multidrogo resistente, producida por cepas inmunes a los medicamentos que tradicionalmente se usan para curar esta enfermedad.
“Como verás, éste es un grave problema de salud pública. Lo que más nos preocupa es que la tuberculosis multidrogo resistente ha adoptado un curso de comportamiento epidémico, sobre todo en Lima, donde se concentra el 83% de todos los casos de TBC reportados en el país”, sostiene el epidemiólogo Percy Miranda Paz, coordinador regional de la Estrategia de TBC, VIH-Sida y Laboratorio de Referencia Regional de Arequipa.
Un enemigo indestructible
Cuando la bacteria se vuelve resistente a más de un medicamento se conoce como tuberculosis multidrogo resistente (TB-MDR). El paciente debe ser tratado con fármacos especiales que pueden causarle efectos secundarios. El procedimiento es mucho más largo y costoso.
Hay un dato mucho más escalofriante. Percy Miranda señala que en los últimos años se han reportado casos de tuberculosis extremadamente resistente (TB-XDR). “Estos son prácticamente incurables”, señala.
Un estudio realizado hace dos años en el Perú confirma la gravedad del asunto. Los médicos Hernán del Castillo, Alberto Mendoza, Juan Carlos Saravia y José G. Somocurcio, reportaron la aparición de TB-XDR en niños. En Lima, una mujer de Huaycán falleció dos meses después de ser diagnosticada, dejando huérfanos a tres hijos, dos de ellos con la bacteria indestructible. El menor tenía apenas once meses de nacido.
Existen dos formas de contraer la tuberculosis multidrogo resistente. La primera es que puede desarrollarse durante el tratamiento de la TBC sensible. “Es común que el paciente interrumpa el suministro de antibióticos cuando empieza a sentirse mejor. Es ahí donde la bacteria se hace resistente. La segunda forma es que sea contagiado de la cepa inmune”, dice Miranda, mientras muestra cifras para el insomnio.
Durante el 2010 se detectaron 675 nuevos casos de tuberculosis en Arequipa, mientras que entre enero y marzo se comprobaron 124 positivos al aplicarse 11 mil 500 baciloscopías (prueba para detectar la enfermedad). De todos los pacientes que reciben tratamiento en la región, 22 son multidrogos resistentes y 3 extremadamente resistentes.
La disciplina de Flavio evitó que la bacteria en su organismo se haga fuerte, invulnerable. Con los años, ya rehabilitado, pudo besar a su primer nieto y a todos los que llegaron después. Compartieron largas cabalgatas, le enseñó el guiar la yunta de toros sobre los andenes y hasta le regaló una yegua.
Luchando contra el estigma
Esta mañana un paciente MDR faltó a la entrevista pactada. “Eso es normal. El estigma de padecer esta enfermedad es grande y causa muchos problemas económicos a las familias”, justifica Percy Miranda. Considerando estas razones, el abordaje de la estrategia sanitaria nacional contra la TBC ha considerado equipos multidisciplinarios. El tratamiento es gratuito.
Hace poco, Miranda le diagnosticó la enfermedad a uno de sus colegas médicos. “No digas por favor que tengo tuberculosis. Aunque sea di que tengo cáncer”, le suplicó. Lo cierto es que no existen razones para aislar al paciente de TBC de su entorno familiar o de trabajo.
El problema es la vergüenza. A Flavio le hallaron hace meses unos tumores. “Es de un golpe antiguo”, respondieron sus hijas cuando el médico preguntó por el achatamiento en su pulmón derecho. Por acuerdo familiar está prohibido decirle a Flavio que tiene cáncer. “Si me ha llegado la hora, déjenme morir en paz, no quiero más operaciones”, ha decretado el viejo. Cuando eso suceda, su nieto quedará irremediablemente desolado. No quiero imaginarlo. Porque su nieto soy yo.
DESPIECE
Supervisan para garantizar éxito
1. Para asegurarse que el tratamiento de la TBC en los establecimientos de salud del país sea exitoso, éste es supervisado. Es decir que los médicos tienen que comprobar todos los días que los pacientes toman las pastillas (estrategia DOTS). Además les hacen un seguimiento estricto a los pacientes. El último viernes, por ejemplo, Percy Miranda recibió una llamada del Centro de Salud de Huaral (Lima). Le informaron que no podían ubicar a un paciente y que había viajado a Arequipa. Aquí lo ubicaron en Nueva Alborada, distrito de Paucarpata.
2. Los casos de tuberculosis sensibles son estudiados por un Comité de Evaluación de Retratamiento Intermedio (CERI), mientras que los casos de multidrogos resistentes son verificados por un Comité de Evaluación de Retratamientos Nacional (CERN), conformado por varios neumólogos.
DATOS
ANTECEDENTES
ENFERMEDAD ANTIGUA. La tuberculosis es una enfermedad vieja. Investigadores encontraron evidencias de este mal en restos óseos de la Edad de Piedra y en caries de un cementerio neolítico.
NO HACE DISTINGO. El santo Francisco de Asís murió de TBC en el siglo XIII, y el libertador Simón Bolívar sucumbió ante esta peste en el siglo XIX. La misma suerte corrió el célebre músico Chopin en 1847.
SUMILLAS
- Los casos de TBC en Lima y Callao superaron el 2006 largamente a los reportados en el resto de países de AL.
- Aunque Los casos de TBC descienden a un ritmo de 6% anual, los multidrogos resistentes están en aumento.
Autor: Cristhian Ticona. Arequipa.
Fuente: Red Salud
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