No crea
todo lo que encuentra en Internet sobre salud
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Según
estudio internacional, 46% de las personas busca información en Internet para
hacer un auto-diagnóstico.
·
Expertos
recomiendan verificar la calidad del contenido debido a la gran cantidad de
información errónea y mitos que circulan en Internet.
¿Cuántas veces ha encontrado un sitio web que
contiene información
errónea, falsa o distorsionada sobre salud? Según el Bupa Health Pulse 2010, una encuesta internacional de salud conducida por el London School of
Economics, las búsquedas en Internet sobre temas de salud
son cada vez más comunes pero los usuarios deben tener cuidado, porque no todo
lo que se encuentra en línea contiene información veraz.
El estudio, en el cual se entrevistó a 12 262
personas de 12 países: Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India,
Italia, México, Rusia, España, Inglaterra y Estados Unidos, reveló que en todos
los países examinados, por lo menos seis de cada diez de los encuestados han
hecho algún uso de Internet para buscar consejos sobre salud, medicamentos o
condiciones médicas. Según el informe, algunos de los principales usos de
Internet en temas de salud son: la búsqueda de información sobre medicamentos
(68% de los encuestados), la búsqueda de información para hacer un
auto-diagnóstico (46%) y la búsqueda de experiencias de otros pacientes (39%).
La investigación también reveló que esta
búsqueda en línea es mucho más común en las economías emergentes como Brasil
(29%) y México (27%). Además menciona que el alto costo de las consultas con
los profesionales de la salud puede ser una razón para usar la búsqueda en Internet
como primera opción.
Desmitificar con evidencia científica
La
doctora Bernadene Magnuson, consultora experta en ciencias de los alimentos y regulación
de la Universidad de Toronto, Canadá, menciona que hay una gran cantidad de información errónea
en Internet y para ejemplificar comentó específicamente sobre un mito recurrente: el aspartame (edulcorante no calórico presente en algunas
bebidas y alimentos) podría causar partos prematuros y cáncer.
Magnuson
comenta que esto es totalmente falso y que existe gran cantidad de evidencia
científica que avala su consumo en humanos. “Los estudios sobre la seguridad de los
ingredientes alimentarios son revisados cuidadosamente por los equipos de
expertos de las agencias reguladoras internacionales, como el Comité Mixto FAO/OMS de
Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés) entre otros, antes de que estos ingredientes puedan añadirse
a los alimentos”, agregó.
Cuando aparecieron
los últimos estudios que sugerían que los edulcorantes de alta intensidad
podrían estar asociados con nacimientos prematuros, la Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) revisó el estudio y
publicó un aviso en su página web, destacando los defectos en el estudio, las
malas interpretaciones por los autores y concluyeron que no aportó ninguna
prueba creíble sobre los efectos adversos de los edulcorantes.
En
referencia a la cantidad de publicaciones con información incorrecta en temas
de salud, la doctora Magnuson indica que es muy difícil para alguien
que no está entrenado en el campo
específico del tema, poder
evaluar la calidad y la fiabilidad de un estudio científico. Los detalles
completos de los estudios científicos no suelen ser
publicados en artículos de medios de comunicación ya que
es poco probable que el público
en general los entienda.
Sin embargo, para
los expertos, sí existen directrices específicas sobre
la evaluación de los diferentes tipos de
estudios, incluyendo estudios clínicos, epidemiológicos,
de toxicología, entre otros.
Sitios web poco confiables
Según indica Juan Pablo Serrano, especialista colombiano en mercadeo
directo e interactivo, existen
diferentes tipos de contenidos en la web que pueden generar información poco
confiable: el primer tipo de contenido es el generado por los usuarios o User Generated Content (UGC, por sus
siglas en inglés). En estos casos puede que no exista una mala intención, pero
lo que se debe tener en cuenta es conocer las credenciales del usuario y ver si
su contenido ha sido referenciado por otros sitios web de mayor credibilidad.
Además, si la página web es anónima posiblemente podría ser un fraude.
El segundo tipo de información poco confiable es
aquella que está especialmente diseñada para hacernos caer en el error, esto es
conocido como el marketing viral difamatorio. En algunos pocos casos
comprobados, empresas crean un contenido que parece veraz y su única intención
es la de desprestigiar a su competidor, por eso es importante buscar la versión
de la empresa afectada y conocer cuál es la posición de las autoridades
regulatorias correspondientes sobre la industria afectada.
Las consecuencias de Internet
Las
consecuencias afectan a los diferentes actores del mercado de diferentes
maneras. Según Serrano, cuando hablamos de los usuarios de Internet y los temas
de salud las consecuencias son muy serias. En el estudio realizado por BUPA, se
demostró que el 46% de las personas que buscan información de salud por
Internet lo hacen para auto-medicarse y esto puede afectar directamente la
salud de un individuo y en algunos casos llegar a causar complicaciones serias.
Lo más
complejo es que los usuarios en Internet comparten información sin tener
evidencias científicas o documentadas de tratamientos auto-medicados y de otros
usuarios y, que al ver sus comentarios, creen que esto es suficiente e incurren
en el mismo error.
En el
caso de las empresas que se ven afectadas por comentarios malintencionados y
mentiras, esto puede afectar el negocio a tal punto que se pierdan empleos y
años de trabajo.
Serrano recalca que el gran potencial positivo
que tiene Internet como una fuente de información sólo se cumplirá si se presta
la suficiente atención a la inversión en contenidos de alta calidad. Concluye,
que es importante asegurarse que las personas que tienen acceso a Internet
también posean las habilidades para diferenciar entre un contenido inadecuado y
uno de alta calidad.
¿En qué debemos fijarnos?
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·
Averigüe quién es el autor del contenido,
verifique la fuente de la información y fíjese en la fecha de la publicación
(podría tratarse de información desactualizada).
·
Las páginas web serias contienen una sección
llamada “acerca de” donde normalmente dan información detallada de los
autores del contenido y de las políticas del sitio.
·
Si un sitio web tiene mucha publicidad es evidente
que su objetivo es atraer a usuarios a toda costa. Si este es el caso, podría
ser que el objetivo principal del sitio web sea generar tráfico y no informar
al usuario.
·
Hable con su médico: si
bien la información en Internet puede ser útil para entender
más sobre su salud, el médico es al que se le debe
consultar ante cualquier problema o duda sobre medicamentos o productos que
podrían afectar su salud.
Fuente: Juan Pablo Serrano
Especialista en mercadeo directo e
interactivo
|
Fuente:
· Bupa Health Pulse 2010 Research: Ipsos MORI
interviewed 12,262 members of the General Public across 12 markets between 10
June and 14 July 2010.: http://www.bupa.com/media/44806/online_20health_20_20untangling_20the_20web.pdf
Fuente: Grupo Proa
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