Los ministros de la salud en las Américas y sus representantes acordaron tomar una serie de acciones para reducir las enfermedades crónicas no transmisibles —como el cáncer, la diabetes, las dolencias cardíacas y la obesidad— en una declaración emitida el 25 de febrero en Ciudad de México.
Este acuerdo salió de una reunión que se celebró con el objetivo de revisar las experiencias en las Américas sobre intervenciones efectivas para prevenir y controlar el manejo de estas enfermedades. Los ministros debatieron allí una posición común de las Américas para llevar a la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para la Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles, que se realizará en septiembre de 2011. En el encuentro también participaron la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctora Margaret Chan, y la subdirectora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctora Socorro Gross-Galiano. El presidente de México, Felipe Calderón, cerró el encuentro.
En Buenos Aires, Argentina, más de 55 organizaciones de toda la región se reunieron entre el 3 y 4 de marzo para conformar la Coalición Latinoamericana Saludable, que coordinará a la sociedad civil en la búsqueda de reducir las enfermedades crónicas no transmisibles y de promover la participación de los Estados en la cumbre de la ONU sobre este tema.
Enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes son las principales causas de muerte y discapacidad en las Américas. En 2007 la muerte de casi 4 millones de personas estuvo vinculada a todo tipo de enfermedades no transmisibles, y un 60% de ese total estuvieron relacionadas específicamente con estas cuatro enfermedades, señala la declaración de los ministros. En 2005 había 139 millones de personas obesas (25% son adultos) y se proyecta un crecimiento de hasta 289 millones de personas con obesidad en 2015. Estas enfermedades tienen factores de riesgo comunes tales como el consumo de tabaco, el abuso de alcohol, una dieta malsana, la inactividad física y la contaminación del aire.
En la declaración, los ministros de Salud acordaron:
Ante el problema de la obesidad, y en particular la de los niños, tomar las medidas necesarias para que se implementen recomendaciones sobre la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas para menores.
Recomendar a los jefes de Estado y de Gobierno participar en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU sobre enfermedades no transmisibles.
Promover el desarrollo de políticas preventivas a nivel comunitario, a través del incentivo de la actividad física y la alimentación saludable.
Fortalecer y orientar las políticas y programas de prevención y control de estas dolencias, tanto sobre los determinantes sociales como sobre las conductas de riesgo.
Promover alianzas con el sector público y privado y con sectores vinculados a la salud para tratar estas enfermedades.
Promover el acceso, prevención y cuidado para un manejo integral costo-efectivo de las enfermedades, como el incremento en el acceso de medicamentos costeables, seguros y eficaces para tratarlas.
Fortalecer los sistemas nacionales de información y monitoreo de estas enfermedades, así como facilitar el intercambio de información sobre políticas y prácticas en la región.
La Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Prevención y Control de las Enfermedades No transmisibles debatirá la creciente incidencia de los efectos socioeconómicos de las enfermedades no transmisibles en los países en desarrollo. El encuentro de ministros de las Américas en México fue la tercera reunión regional que preparó una posición común de una región para llevar a Naciones Unidas. Las anteriores se realizaron en Teherán y Oslo, y está prevista una cuarta en Brazzaville, Congo.
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