La semana pasada se conocieron los resultados de un estudio hecho por Manhattan Research. Los datos cuentan que, en Estados Unidos, un 75% de los médicos posee un iPad, iPod o iPhone, siendo este último el preferido por los profesionales. El 30% tiene un iPad, y un 28% de los encuestados admitió planear comprar uno dentro de los próximos seis meses.
Con estas perspectivas, no puede extrañarnos que la cantidad de apps disponibles vinculadas con la medicina aumenten tanto en número como en calidad.Si bien la mayoría de las aplicaciones de servicios médicos actuales están orientadas a un público no tan especializado, abordando por lo general temas de referencia, investigación y educación, las apps exclusivas para profesionales están en alza.
La aplicación AirStrip Cardiology está ideada para el sistema operativo iOS, y es compatible con iPhone, iPod touch e iPad, siempre y cuando tengan iOS 3.2 o posterior. Fundamentalmente se diseñó con vista a los usuarios de iPad e iPhone, para que los profesionales puedan emplear las capacidades táctiles de sus dispositivos para acceder a la función de zoom y alternación de diferentes formatos de vistas.
Surge gracias a la alianza global entre GE Healthcare y AirStrip para el diagnóstico cardíaco. La tecnología conecta directamente al sistema de información MUSE Cardiology, un repositorio central cardíaco que facilita el análisis de ECG. Ofrece datos constantes del EGG y permite acceder a un historial de datos interactivos, para que los médicos puedan tomar decisiones aún estando lejos del hospital. A diferencia de los diagnósticos remotos tradicionales, gracias a su alta resolución al hacer zoom la claridad visual no se ve estorbada, asegurando altos niveles de precisión.
Son muchos los médicos que cada vez más dejan de lado el temor hacia las tecnologías y se acercan confiados a ellas, con el afán de poder mejorar no sólo tratamientos y diagnósticos sino todo el modo de acción de la práctica médica. Dado que los mayores avances hacen que se puedan monitorear signos vitales, cambios en niveles de actividad y otros sin siquiera ver al paciente cara a cara, las visitas a los consultorios se reducen y el seguimiento remoto a los pacientes permite una menor cantidad de hospitalizaciones.
Fuente: Mancia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario