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¿TAN GRANDOTE Y LE TEMES A LAS INYECCIONES?

Sentir aprehensión por las agujas no es razón para evitar vacunarse.

Falta de tiempo, costos elevados y miedo a las reacciones adversas son las excusas que suelen usar los adultos para incumplir su esquema de inmunización

Uno de los mitos que debe superar la comunidad médica es esa falsa creencia de que las vacunas son exclusivas de la infancia. Si bien el esquema terapéutico recomendado por las autoridades sanitarias inicia en los primeros meses de vida, los adultos también necesitan inmunizarse contra una serie de patologías, y el temor a las inyecciones no es una razón válida para evadirlo.

El pediatra epidemiólogo del Centro de Vacunas VacuVen, Alejandro Rísquez, comentó que a medida que pasan los años, algunas de las enfermedades infecto-contagiosas atacan al organismo con mayor intensidad; sin embargo, algunos adultos deciden no vacunarse por el costo de la inmunización, la falta de tiempo para ubicar un centro donde le coloquen las vacunas y temor a las reacciones adversas (que son las moderadas y graves muy poco frecuentes).

Entre las vacunas imprescindibles el galeno destacó las de hepatitis A y B, que vienen en presentación combinada y son de indicación universal al que no la haya padecido por su enorme beneficio. También se refirió a la triple bacteriana, que protege de la difteria, tos ferina y tétanos, esta medicación se coloca una sola vez y luego se aplican refuerzos contra la difteria y el tétanos cada diez años.

Otra vacuna infaltable es la trivalente viral contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis (se deben tener al menos dos dosis debidamente registradas en su certificado de vacunación). “Rompiendo el mito, la inmunización contra la varicela (lechina) es primordial en el adulto que no la ha padecido, porque la enfermedad se hace más grave después de la infancia y se presentan brotes constantes en la población, incluso tan frecuente como el dengue”, dijo el pediatra y epidemiólogo.

Además no se deben olvidar las vacunas contra la influenza y el neumococo. La primera es vital, ya que han surgido epidemias a escala mundial que han afectado a personas de todas las edades; mientras que la segunda disminuye la posibilidad de que el adulto mayor, fumadores, ex fumadores y asmáticos se contagien con algún tipo de enfermedad inherente a las vías respiratorias, como la neumonía.

En Venezuela, las vacunas de los viajeros están entre las más solicitadas por adolescentes y adultos. Entre ellas está la de fiebre amarilla (también conocida como antiamarilíca) enfermedad típica y endémica de la Cuenca del Amazonas y Panamá, la hepatitis A y la fiebre tifoidea, la cual es necesaria para acceder a lugares con pobreza sanitaria, sitios para hacer expediciones y países que no garantizan la pureza de los alimentos.

“Los adultos deberían estar conscientes de que la vacunación masiva los puede ayudar considerablemente, ya que el éxito que han tenido las vacunas en el mundo entero ha sido enorme. Gracias a ellas, se han erradicado enfermedades como la viruela. También, ha ayudado con los brotes de polio, los cuales ahora solo aparecen en Asia y África, así como la difteria y tétanos, enfermedades que desde hace tiempo han tenido una disminución enorme de los números de afectados”, explicó Alejandro Rísquez.

Para finalizar, el médico epidemiólogo recomienda a toda la población llevar un registro de las vacunas que han recibido y, en caso de no poder ubicar los registros, no está de más reforzar aquellas que son indispensables para prevenir patologías que pueden ser nefastas para el organismo, sobre todo en la adultez.

Fuente: Comstat Rowland

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